El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, aseguró este martes que su gobierno iniciará “muy pronto” ataques por tierra en Venezuela, en el marco de la ofensiva que su administración mantiene bajo el argumento del combate al narcotráfico. La advertencia se produce mientras una flota naval estadounidense permanece desplegada cerca de la costa venezolana.
Durante una reunión con su gabinete en la Casa Blanca, el mandatario afirmó que las operaciones en territorio son inminentes y que cuentan con información suficiente para ejecutarlas. “En tierra es mucho más fácil. Conocemos las rutas que toman. Lo sabemos todo sobre ellos. Sabemos dónde viven. Sabemos dónde viven los malos. Y vamos a empezar con eso también muy pronto”, dijo ante la prensa.
Trump ya había señalado días antes que las Fuerzas Armadas de su país actuarían “muy pronto” en territorio venezolano contra lo que calificó como redes de narcotraficantes. En la misma línea, anunció a pilotos y aerolíneas que deben considerar el espacio aéreo venezolano “cerrado en su totalidad”.
Una eventual ofensiva en suelo venezolano se enmarca en la operación militar denominada Lanza del Sur, que, según el Pentágono, ha destruido cerca de una veintena de embarcaciones en el Caribe y el Pacífico y ha dejado más de 80 muertos, todos ellos sindicados por Estados Unidos como presuntos narcotraficantes.
Respecto a versiones que apuntan a un segundo bombardeo para eliminar sobrevivientes en un ataque ocurrido el 2 de septiembre, Trump respondió que no maneja antecedentes sobre esos hechos, que confía en el secretario de Defensa y que ha escuchado que el jefe militar a cargo de la operación, Frank Bradley, “es una persona extraordinaria”.
El mandatario también sostuvo que las operaciones han tenido un impacto positivo en la seguridad interna de su país. Aseguró que la destrucción de las lanchas supuestamente cargadas con droga ha salvado “miles de vidas” en Estados Unidos. Por su parte, el secretario de Defensa afirmó que no observó sobrevivientes durante los ataques y acusó a la prensa de difundir información que “no se basa en la verdad”. Tanto la Casa Blanca como el Pentágono insistieron en que las acciones son completamente legales y respaldaron la conducción militar del operativo.
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