El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, entregó este miércoles un discurso a la nación enfocado exclusivamente en asuntos internos, dejando fuera cualquier referencia a política exterior o a la situación con Venezuela, pese a la expectación generada en las horas previas. La intervención, de 18 minutos, fue emitida desde la Casa Blanca y estuvo marcada por un fuerte énfasis en inmigración, economía y críticas a la administración anterior.
Desde el inicio, el mandatario adoptó un tono confrontacional al apuntar contra los inmigrantes en situación irregular y el sistema político que lo antecedió. Trump sostuvo que, en pocos meses, su gobierno logró revertir lo que calificó como un escenario crítico, asegurando que Estados Unidos pasó de “lo peor a lo mejor” gracias a su política de deportaciones. En esa línea, afirmó que el país ya no es motivo de burla a nivel internacional.
El presidente destacó lo que consideró los principales logros de sus primeros once meses de gestión, señalando que su administración ha impulsado más cambios positivos que cualquier otra en la historia del país. Al comparar su política migratoria con la del gobierno anterior, acusó a la administración de Joe Biden de haber permitido un ingreso masivo de inmigrantes y de liberar a delincuentes violentos, lo que —según sus palabras— habría puesto en riesgo a la población.
Sin entregar datos que respaldaran sus dichos, Trump aseguró que la frontera sur con México se encuentra cerrada y que en los últimos siete meses no ha habido ingresos ilegales. Más adelante, centró su discurso en la economía, afirmando que los salarios han crecido por sobre la inflación y que los precios de diversos bienes y servicios han disminuido, mencionando una baja en el costo de los automóviles y un precio reducido de la gasolina.
El mandatario mantuvo durante toda su alocución un discurso crítico hacia su predecesor, responsabilizando a la administración Biden por una serie de problemas, como el crimen, los acuerdos comerciales, la política fronteriza y el funcionamiento del Gobierno federal. Trump describió el periodo previo a su regreso a la Casa Blanca como una etapa de decadencia institucional y pérdida de control.
En el cierre, el presidente anunció la entrega de un bono especial de 1.776 dólares a más de 1,4 millones de integrantes de las Fuerzas Armadas, cifra simbólica en referencia al año de la independencia de Estados Unidos. El discurso finalizó sin aludir a tensiones internacionales ni a Venezuela, concentrando todo el mensaje en el plano doméstico.
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